Al momento de seleccionar una caja fuerte, son muchas las variables que entran en juego. No en vano se trata de un dispositivo de seguridad, que nos permitirá resguardar nuestros bienes más preciados. Entre las muchas cosas que debes tener en cuenta, podemos mencionar el tipo de colocación, pues existen tanto cajas fuertes empotrables, como de sobremesa o sobrepiso. También tienes que considerar sus dimensiones, esto en función del tamaño y cantidad de objetos o documentos que pienses guardar en ella. Mención especial merecen los materiales y, en general, las características estructurales, pues una caja fuerte debe garantizar la solidez de su construcción, para que sea difícil de vulnerar. Asimismo, hay otras características, como la impermeabilidad o la resistencia al fuego, que son de suma importancia cuando se pretende proteger documentos y piezas en papel.
Finalmente, nos toca hablar de los sistemas de apertura y entre ellos uno de los que más curiosidad despierta es el de las combinaciones. Tanto los modelos antiguos, que aún se fabrican, y que poseen una rueda numerada que se gira a izquierda y derecha para liberar los cierres, como los modernos sistemas de panel digital, pasando por las de botones numéricos o alfanuméricos, todos los estos sistemas usan una contraseña o pin personalizado, que debe introducirse para permitir la apertura de la caja.
Por ello tiende a pensarse que mientras más posibilidades de combinaciones existan, es decir mientras más ruedas tenga la caja o más larga sea la contraseña, más difícil sería abrirla. Esto no deja de ser cierto, pero también lo es el hecho de que existen muchas formas para abrir una caja fuerte sin saber la clave.
Es poco probable que alguien no autorizado para abrir la caja fuerte opte por el difícil método de adivinar la combinación. Antes recurrirá a la fuerza bruta, que puede ejercer tanto sobre las personas que conocen la clave como contra el dispositivo en sí mismo, haciendo uso de herramientas más o menos sofisticadas. Desde un simple destornillador, alicate o palanca, hasta taladros, coronas diamantada, soplete, lanzas térmicas y soldaduras eléctricas. Para los amigos de lo ajeno pareciera que no hay límites.
En todo caso, resulta interesante saber cuál es la correlación entre el número de dígitos o caracteres de una contraseña de seguridad y la cantidad de combinaciones que una caja fuerte puede tener.
¿Cómo conocer el número de combinaciones de una caja fuerte?
Como es de suponer, no existe respuesta única para esta cuestión, pues cada modelo de caja fuerte puede tener la cantidad de ruedas o caracteres que juzgue conveniente, incluyendo o no, letras o símbolos especiales en su configuración, en el caso de las cajas fuertes con cerradura digital. Al respecto no existe ninguna normativa que establezca la obligatoriedad de asignar una determinada extensión a la composición de las claves, que es, en definitiva, lo que determinará su complejidad.
Tampoco puede hablarse de un estándar, aunque sí que hay algunos parámetros más habituales. Así, por ejemplo, es poco común que las contraseñas tengan más de diez dígitos, y esto siendo muy amplios, porque la mayoría de los sistemas tienen entre 3 y 6 números o caracteres a combinar.
A pesar de esta innegable realidad, sí que hay una manera de averiguar, en cada caso concreto, cuántas combinaciones puede llegar a tener una determinada caja fuerte. Y no, no hablamos de su manual de instrucciones o ficha técnica, que no estamos aquí para tomarte el pelo. Se trata, más bien, de una cuestión de probabilidad. Pero no te asustes que no te vamos a dar la vara con las matemáticas, que para eso ya bastó con el colegio. Ese es el principio que guiará los cálculos, pero las cuentas, en realidad, son muy sencillas.
Como siempre, recurriremos a un ejemplo, pues esta es la mejor manera de explicarnos. Supongamos que para crear la combinación de tu caja fuerte debes elegir una cifra de 4 números. Esto básicamente significa que tienes cuatro campos o columnas, cada una con la posibilidad de elegir un guarismo del 0 al 9. Quiere decir que la cantidad de combinaciones posibles resultará de todas las variaciones que puedas introducir en cada una de las columnas. Imaginemos que empiezas con 0000, 0001, 0002 y así hasta completar la serie del 9 de la primera columna. Luego el asunto se complica, porque tendrías que empezar con 0010, 0011, 0012, 0013, y hacer esto mismo con cada número del 0 al 9 del segundo bloque. Como vez sería un proceso muy tedioso para hacer los cálculos, por lo que es preferible simplificarlo haciendo uso de lo que aprendimos hace años. Si tienes 10 posibles variaciones en cada columna, el resultado será igual a multiplicar esas opciones tantas veces como dígitos necesites. Es decir, 10x10x10x10, dado que la clave es de 4 números. Si haces un poco de memoria recordarás que lo anterior puede expresarse como 104, y el resultado es 10.000. Pues bien, esa será la cantidad de combinaciones que puede tener una caja fuerte cuya clave sea de 4 números.
El asunto es más complejo si la combinación incluye letras o caracteres especiales, cosa, por lo demás, muy frecuente en las cajas fuertes que poseen un panel electrónico para introducir la clave. Allí los números crecen, nunca mejor dicho, exponencialmente. Si el pin tiene 4 caracteres pero incluye 26 letras del alfabeto (sin contar la “ñ”), tanto en minúsculas como en mayúsculas, más los números del 0 al 9 y diez caracteres especiales, tendríamos que sumar los caracteres posibles, para determinar las posibilidades de cada único carácter del pin. Es decir, para cada posición o columna del pin podríamos elegir una de las 26 letras minúsculas, o una de las 26 letras mayúsculas, o un número del 0 al 9, o uno de los diez caracteres especiales, esto nos da 72 posibilidades (26 + 26 + 10 +10=72), para cada dígito del pin. Y como son 4, el total de combinaciones posibles es igual a 724, es decir, 26.873.856.
Las probabilidades de acertar una combinación entre más de 26 millones de posibilidades parece bastante remota, ¿cierto? Pues sí y no. Si recuerdas, hasta no hace mucho tiempo esta era la extensión habitual de las contraseñas que se usan por internet. Sin embargo, ahora se considera poco segura, pues con los programas informáticos que existen para estos fines, puede acertarse una clave de este tipo en milésimas de segundos (literalmente, en 0,006 segundos). Pero como estamos hablando de una caja fuerte y ya hemos ahondado en la importancia relativa de la posibilidad de averiguar una clave como método para abrirla, puedes quedarte tranquilo, pues una combinación de caja de seguridad de tres o cuatro dígitos es más que suficiente.
¿Cómo abro una caja fuerte?
Dejando ya el tema anecdótico de lado, sí que es importante saber cómo abrir una caja fuerte, si no se conoce la combinación. No estamos hablando de usos ilegítimos, sino de la posibilidad de que en un determinado momento olvides la clave o, y este es un caso muy frecuente, se trate de familiares que heredan unos bienes, pero a quienes el difunto no les dejó la combinación de la caja fuerte.
Entendiendo que tienes el legítimo derecho de abrir una caja fuerte pero por cualquier razón no sabes la combinación, tendrás que recurrir a otros métodos y, salvo que seas una suerte de Sansón o un ladrón experimentado, la mejor alternativa es llamar a un cerrajero especializado.
Esta es nuestra primera recomendación, pues si intentas abrir una caja fuerte sin saber cómo hacerlo, usando trucos aprendidos en las series y películas que pasan en televisión, corres el riesgo de averiar el mecanismo y hacer más difícil o casi imposible la apertura de la caja. Por otra parte, ten en cuenta que podrías afectar los bienes que en ella se guardan, sobre todo si decides usar algún tipo de material químico o explosivo para forzar los cerramientos.
Un profesional especializado en la apertura de cajas fuertes te puede garantizar los resultados. Dependiendo del modelo del dispositivo, su estructura, sistema de cierre y material puede ser una labor más o menos compleja, pero ten por seguro que si es un verdadero experto podrá abrirla, teniendo siempre el cuidado de preservar la integridad de su contenido y actuando con la mayor discreción.
Esta es la mejor manera de abrir una caja fuerte cuando no tenemos la combinación y recuperar los bienes que en ella se han guardado. El precio de este servicio puede variar un montón, pues guarda relación con el tiempo invertido y la dificultad del proceso de apertura. Pero estamos seguros de que tratándose de pertenencias de valor (económico o sentimental) será un dinero bien gastado.